Verizon Communications ha comprado a Vodafone su
participación en Verizon Wireless, un 45% de su capital social, por 130.000
millones de dólares, unos 98.500 millones de euros al cambio actual. Es la
tercera mayor operación empresarial de la historia.
Vodafone abandona una década después su intento por
controlar el mercado estadounidense. El acuerdo prevé el pago de 58.900
millones de dólares en efectivo a la multinacional británica y 60.200 millones
en acciones de Verizon, cifras a las que se sumarán otros 11.000 millones en
dos operaciones distintas: una emisión de pagarés a favor de Vodafone (5.000
millones) y la venta del 23% que controla Verizon en Vodafone Omnitel a su
matriz (3.500 millones). Los 2.500 millones que faltan "serán una
combinación de otras consideraciones".
La operación ha sido aprobada por unanimidad por las
direcciones de Verizon y Vodafone. Está previsto que se complete la venta en el
primer trimestre de 2014.
Verizon Wireless, el negocio de móviles "más rentable
de América", opera con más de 100 millones de clientes en Estados Unidos.
Vodafone lleva tiempo desprendiéndose de algunas filiales
que no controla en su totalidad. Además, la firma británica necesita
urgentemente dinero para impulsar su negocio en Europa, donde se ha visto
presionada por una fuerte competencia de precios.
"La transacción posicionará a Vodafone en una situación
de fuerza para perseguir nuestra estrategia de liderazgo en servicios de
comunicación móviles y unificados para los consumidores y empresas tanto en
nuestros mercados desarrollados como en nuestros negocios en mercados
emergentes", asegura la operadora británica.
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