No sólo de móviles y «tablets» vive el hombre. Por eso, los
grandes fabricantes aprovechan la ocasión para mostrar sus últimas creaciones
para el hogar, desde los televisores más planos a las lavadoras más futuristas.
De hecho, ese era precisamente el objetivo principal de la IFA Berlín hasta que
la avalancha de las telecomunicaciones lo inundó todo y convirtió una feria de
imágen en otra de dispositivos conectados.
Porque ese es el secreto. Todos los dispositivos que tenemos
en casa, desde la nevera al microondas, la lavadora o el aire acondicionado, se
han incorporado a la era de las telecomunicaciones en una nueva etapa del
desarrollo de la web que se ha dado en llamar el «internet de las cosas». Los
televisores, como ya hicieran los móviles hace años, se vuelven inteligentes
(«smart») y permiten a los usuarios hacer cosas con las que ni siquiera soñaban
hace apenas un par de años.
Para hablar de todo ello, BK Yoon, presidente de la división
de electrónica de consumo de Samsung, presentó las novedades de la compañía, a
la que se refirió como un «referente mundial de la innovación». «Queremos
comprender lo que la gente quiere de la tecnología - aseguró Yoon- y
ofrecérselo». Para ello, esta línea de productos de Samsung cuenta con más de
60.000 personas en su departamento de Investigación y Desarrollo.
Fruto de todo ellos son, por ejemplo, los nuevos televisores
con pantalla de matriz orgánica, OLED, capaces de llevar la definición y
calidad de imágen hasta límites insospechados y que hasta ahora parecían
imposibles. O los nuevos electrodomésticos, que multiplican por veinte las
capacidades y prestaciones de la generación anterior.
La compañía presentó un televisor con pantalla Oled de 55
pulgadas. Cada pides se ilumina por sí mismo, obteniendo una calidad de imagen
espectacular. Incluye una función, además, que permite que dos personas estén
viendo, al mismo tiempo y a pantalla completa, dos programas diferentes por
medio de una gafas especiales. Así, un sólo televisor se convierte en dos.
Por supuesto, también se presentaron los nuevos televisores
con tecnología 4K o Ultra Alta Definición (UHD), que permite que se muestre en
pantalla hasta cuatro veces más información que el HD. Y para que los que
acaban de comprar un televisor no se queden atrás, Samsung ha empezado a
comercializar lo que ha dado en llamar «Evolution kit», un módulo que se vendé
por separado y que se conecta al televisor antiguo para añadirle todas las
nuevas prestaciones.
Los precios de los UHD, por supuesto, no están al alcance de
cualquiera. Y parten de los 6.000 euros del modelo de 55 pulgadas para llegar
hasta un auténtico «monstruo» de 110 pulgadas y cuyo coste, aún no revelado,
estará sin duda por encima de los 25.000 euros.
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