Hace años que el teclado,
heredado de la máquina de escribir, no cambia sustancialmente. Este elemento
periférico clave en cualquier dispositivo se ha intentado sustituir por
reconocimiento de la escritura a mano, la voz o incluso gestos. Pero el centenario
teclado Qwerty, denominado así por la disposición de los caracteres en la
primera línea de letras, sigue ahí, pese a la proliferación de pantallas
táctiles y otros elementos móviles. Mark Parker, un empresario y experto en
informática de Estados Unidos, está dispuesto a poner patas arriba esta
realidad y ha desarrollado un nuevo teclado curvo, que se sostiene con las
manos, con la botonera situada en la parte inferior al alcance de los dedos,
compatible con todo tipo de aparato y manejable de pie, andando, sentado o
sobre una superficie.
La innovación se denomina
TREWGrip por la disposición de los caracteres en el nuevo teclado y porque este
se agarra por los laterales. La idea surgió hace tres años tras una dura
jornada de trabajo. Mark Parker pensó que la disposición convencional es
incómoda, poco eficaz y genera lesiones. Esa noche imaginó un periférico
alternativo que debería tener los botones en la parte inferior, al alcance de
los dedos sin desplazar las manos y con una posición natural de las mismas.
Pero Mark no estudió
mecanografía, por lo que no tenía la habilidad de escribir sin mirar el
teclado. Entonces rememoró sus clases de Hogar en el colegio. “Me fascinaba que
no tuviera necesidad de mirar la aguja para situarla debajo de la tela en el
lugar exacto donde tenía que atravesarla”, recuerda de sus lecciones de
costura. Así que siguió adelante con su idea y la completó con una recreación
en la parte superior de la botonera oculta que se ilumina al presionar las
teclas, con lo que se resuelve el problema para aquellos más reticentes a la
falta de visión.
El teclado incluye ratón y
las teclas de función convencionales, permite los atajos propios de los
programas informáticos, aumenta la velocidad de la mecanografía, es compatible
con teléfonos móviles y tabletas y es un soporte perfecto para aprovechar todo
el potencial de las televisiones inteligentes, que pasan a convertirse con este
dispositivo en un ordenador más.
A estas ventajas, Mark
Parker añade una motivación más. “Cuando empecé este proyecto en mi taller
trabajaba en una solución empresarial a problemas que había observado durante
años. No pensé en TREWGrip como una tecnología que pudiera cambiar la vida. Mi
visión cambió cuando recibí una carta de agradecimiento de un veterano de la Guerra
del Golfo con discapacidad en las manos que había sido contratado para escribir
en publicaciones médicas, pero que le resultaba imposible con los teclados
convencionales”.
Como esta innovación
mantiene la disposición convencional de letras, aunque con otra orientación, su
aprendizaje para aquellos acostumbrados al Qwerty es sencillo. No obstante, en
la web de la empresa se ofrece un programa para familiarizarse con el
dispositivo.
Finalmente, el Trew Grip ha
abierto una página en Kickstarter, un espacio para la promoción de proyectos
nuevos que facilita la participación en la financiación.
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