En un mundo cada vez más
enrevesado, más hiperconectado y envuelto en una espiral de crisis
aparentemente sin un fin cercano, apostar por la tecnología se erige como una
perfecta solución para no perder el tren el futuro pero también para ahorrar.
Esta pequeña revolución industrial que vive el planeta se extiende y el dicho
de «renovarse o morir» cobra una nueva dimensión. Y sus beneficios son claros
para el ciudadano (comodidad, mayor rapidez o más fiabilidad) pero también de
cara a la empresa, aunque sus beneficios sean palpables a la larga.
La relación con la vida
administrativa siempre se ha visto enturbiada por una sensación de baja
optimización, de ausencia de eficacia, de largas esperas, de rellenar
formularios una y otra vez, de regresar a la oficina al día siguiente. En los
últimos años los ciudadanos han venido adaptándose a la digitalización de la
Administración Pública y de las empresas sin darse apenas cuenta. La inmersión
ha sido invisible.
En 2012, el 75% de los
trámites realizados con el Estado se efectuaron mediante procesos electrónicos,
un hábito que va cada vez a más. Ejemplos de gobierno electrónico hay muchos;
desde rellenar un formulario, solicitar cita previa, poner una denuncia o
realizar la declaración de la Renta. La mayoría de trámites se pueden hacer
desde internet, una forma de ahorro tanto en tiempo como en dinero.
La implantación de la
e-Administración podría obtener un ahorro de 134.358 millones de euros en el
periodo 2011-2020, según el informe «Eficiencia y Ahorro con la Aplicación de
Tecnologías Accesibles en las Administraciones Públicas» elaborado por
Fundación Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad (Centac). Para
lograr este ahorro sería necesaria una inversión de 13.128 millones de euros y
unos gastos acumulados de 3.2828 millones en TIC accesibles, según comenta Juan
Luis Quincoces, director general de Centac.
En la actualidad, el 98% de
los trámites para relacionarse con la Administración General del Estado (AGE)
están disponibles en formato electrónico. «Un trámite con la Administración si
lo haces presencial te cuesta 80 euros, pero tan solo 5 euros si lo haces de
forma electrónica», explica a este diario Emilio García, presidente de la
Asociación de Profesionales Públicos de Tecnologías de la Información de la
Administración del Estado (Astic). Solo en marzo de 2013 el Estado ha
conseguido un ahorro en gasto sanitario de 204 millones de euros, lo que
representa un ahorro interanual de 1.671,3 millones de euros respecto al mismo
período del año anterior.
Sin embargo, es «difícil»
estimar en cifras exactas cuál ha sido el coste económico de las inversiones
necesarias para cumplir con la obligación de satisfacer los derechos ciudadanos
contemplados en la Ley 11/2007 de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios
Públicos para adaptar las tecnologías de la información a las infraestructuras
estatales.
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