Nokia ha demostrado la
resistencia de sus nuevos teléfonos sometiéndolos a todo tipo de pruebas para
conseguir la fiabilidad que ya consiguieron a lo largo de su historia entre los
usuarios.
La finlandesa ha sometido a
sus últimos dispositivos, como sus Asha 210 o 501 o los Nokia 207 y 208, a
golpes, contacto con el agua incluso a altas temperaturas. El resultado, unos
móviles sin el mínimo rasguño.
Desde sus inicios, Nokia a
presumido de la fiabilidad de sus teléfonos y de la resistencia de ellos. La
marca
finlandesa siempre se ha caracterizado por fabricar dispositivos a prueba
de golpes, desde los teléfonos con
pantallas monocromas hasta el móvil más
recordado de la historia, el Nokia 3310.
Siguiendo el ejemplo de una
de sus principales competidoras (Samsung), la compañía finlandesa ha sometido a
varias pruebas a algunos de sus últimos modelos de dispositivos, tanto de la
familia Asha como sus teléfonos
básicos.
En el vídeo publicado en el
canal oficial de Nokia en YouTube, el fabricante finlandés ha demostrado la
seguridad
de sus nuevos teléfonos sometiéndolos a todo tipo de pruebas como
caídas desde grandes alturas o la
resistencia al calor.
Los retuercen para conocer
cuanta pueden aguantar, los ingresan en cámaras con altos niveles de calor y
humedad así como también pueban sus teclados con múltiples toques para saber la
resistencia de las teclas.
En el vídeo no aparece
ninguno de los terminales de la gama Lumia de Nokia. Al parecer la finlandesa
solo se
ha centrado en sus gamas más inferiores.
Con este vídeo, Nokia nos
recuerda que la resistencia de los teléfonos actuales es perfectamente
compatible
con la estética de los mismos.
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