Medfield ya es cosa del pasado. Clover Trail+ es la nueva
apuesta de Intel para hacerse con un pedacito del segmento y Lenovo ha tenido
el honor de empujar ese ariete con el K800, un terminal de refinado diseño que
acaba de ser presentado en el CES. Es además un androide de armas tomar; cuenta
con una pantalla IPS 1080p de 5,5 pulgadas cubierta por una lámina de Gorilla
Glass 2, una cámara trasera de 13 megapíxeles con óptica F1.8 y doble flash
LED, una frontal de gran angular con 88 grados de visión, hasta 64 GB de
almacenamiento dependiendo de la versión (ampliable con tarjetas microSD) y una
cantidad de RAM no determinada, pero que debería ser de 2 GB. Lo más
impresionante es que todo este hardware se almacena en un delgadísimo chasis de
acero que sólo mide 6,9 mm de grosor, sin joroba para la cámara ni nada que se
le parezca. Nada mal considerando que en su interior se oculta un Atom
dual-core a 2 GHz.
[Actualización 1: Hemos podido pasar unos minutos con el
K900 y es de largo uno de los teléfonos más impresionantes y lujosos que hemos podido
tocar. La parte delantera es policarbonato, mientras que el acero se restringe
finalmente a la tapa trasera, según Lenovo, para evitar interferencias y un
peso excesivo. También podemos confirmarte que la cámara utiliza un sensor
Exmor de Sony.
No nos han dejado grabar el teléfono en acción, seguramente
porque Android daba unos trompicones (cosas de los teléfonos de desarrollo),
pero la calidad de su pantalla 1080p es impresionante. Un poco más nos ha
preocupado lo mucho que se calienta; queremos pensar que eso se debía al
manoseo continuo al que estaba siendo sometido y a su tapa metálica.
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