Tras una interminable lista de filtraciones y rumores a su
espalda, el nuevo Ascend D2 de Huawei es ya por fin una realidad y por ello no
hemos perdido ni un instante para conocerlo un poco más de cerca. El nuevo
bastión asiático ha sido catalogado por su fabricante como una auténtica
muestra del "poder de la tecnología" y desde luego que argumentos
para ello no le faltan: la unidad se presenta ante nuestros ojos con una
increíble pantalla de 5 pulgadas con 1.920 x 1.080 píxeles y una desahogada
densidad de 443 ppp que hace que visualizar contenidos en ella sea una
auténtica gozada.
En su interior monta un procesador tetra núcleo a 1,5 GHz y
2 GB de RAM que consiguen que su sistema operativo Android Jelly Bean se mueva
con brío ante nuestras peticiones. Sobre éste se coloca la actualizada interfaz
del fabricante, que nos ha sorprendido muy gratamente a causa de su
efectividad, pero también por aportar un soplo de aire fresco en lugar de los
típicos mecanismos de siempre; especialmente atractiva nos ha parecido su
pantalla de bloqueo, consistente en un anillo central que como si de un
joystick virtual se tratara podremos mover hacia cuatro iconos de acceso
directo (imaginamos que personalizables).
Pasando ya al apartado estético y sensorial también nos
hemos llevado una muy buena impresión, ya que la unidad ha sido fabricada con
una curiosa mezcla de plástico y metal que resulta realmente atractiva
visualmente. Si no fuera por sus bordes diríamos que es una especie de hijo
secreto entre el Samsung Galaxy S II y el iPhone 5 por su alargado aspecto.
Pese a su considerable tamaño, resulta muy cómodo de manejar y hasta podríamos
decir que su suave espalda aparenta ser capaz de resistir bien el trote diario.
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